¿Por qué somos tan tercos y cabeza duras?
¿Por qué si nos dicen “No lo hagas”, nosotros lo hacemos?
Muchas de las cosas “malas” o negativas que vivimos no son porque nos tocan por que sí, sino que son por desobedecer o no tomar en serio una recomendación que nos dan con respecto a algo.
Ahora, hay decisiones y decisiones. Unas son muchísimo más determinantes que otras pero, de igual manera, alguna consecuencia tendremos de ello. Buenas o malas.
Lo mencionado arriba es debido a la siguiente escena que presencié hoy:
Fui a almorzar al local de mi amiga, la chef Luisa Heart, y a los minutos llegó una joven buena onda preguntando por los platos del día.
Mi amiga le respondió y le aclaró que dentro de esas opciones había un plato muy pero muy muy picante y no se lo recomendaba. Osea, ¡DEMASIADO PICANTE!
La joven insistió en escoger dicho plato. Mi amiga le advirtió, nuevamente, que era muy picante. Yo, como espectador en primera fila, solo disfrutaba el show.

Chef Luisa Heart – La Postrería
Decididamente, la joven se quedó con dicho plato. Todos nos la quedamos observando.
Comenzó a comer. Pasaron los minutos y… sí, lo que le advirtieron sucedió. Lo primero que dije en mi mente fue “¡Tomeeeee!” (por no hacer caso a mi amiga).
La joven se puso colorada, le ardía la boca, comenzó a sudar y bueno, todo lo que se imaginen.
Es la historia del día jajaja ¡muy gracioso y divertido, en verdad!
En fin, la moraleja a todo esto es: seamos más sabios y escuchemos (de verdad) cuando nos den recomendaciones o consejos para que no nos mate “el picante”.
¡Saludos y hasta el próximo post!
Acho